Febrero 10
Café con Dios
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.”
Hechos 3:19
La palabra refrigerio nos evoca a las épocas de mucho calor en las que una bebida fría o congelada lograba saciar en nosotros los efectos de las altas temperaturas. Asimismo, en el plano de nuestras vidas, los tiempos de refrigerio representan el descanso luego de la lucha, la tranquilidad posterior a la tormenta, el gozo después del sacrificio y el alivio subsiguiente al extremo dolor.
El profeta Jeremías lo asemeja al descansar y vivir tranquilo cuando Jacob recibe la promesa de Jehová: “Volverás a vivir en paz y tranquilidad, y ya nadie te infundirá temor”. Isaías lo compara con el Edén “Convertirá en un Edén su desierto; en huerto del Señor sus tierras secas”.
Pero ¿cómo hacemos para atraer a nuestras vidas esa promesa del Señor? El apóstol Pedro en su discurso en el pórtico de Salomón, manifiesta como a través del arrepentimiento y la conversión activamos ese gozo de lo alto. En el libro de Hechos, capítulo 3, verso 19 nos indica:” Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.”
Confesemos ante nuestro Padre los pecados cometidos en contra de su santidad, presentémosle nuestro arrepentimiento sincero y que sobre todo se genere un cambio en nuestro pensar, hablar y actuar. Que seamos verdaderamente transformados en el Espíritu de Cristo Jesús y que se dé una conversión completa en nuestro ser, para que entonces la obra perfecta de nuestro Dios se revele en nuestras vidas.
Lectura bíblica: 1 Samuel 7
Amén 🙌 gracias señor!