Marzo 4 de 2022
Café con Dios
“Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas”.
Mateo 18: 35
Veamos la historia que Jesús usó en el contexto de este pasaje, pero trayéndola a nuestros días:
El gerente de un almacén de la ciudad, al cual llamaremos Roberto, llama a uno de sus empleados, Luis, el cual le debía un dinero considerable, para cobrarle, pero el hombre no tenía ninguna posibilidad de cancelar su deuda. El Sr. Roberto amenaza con mandarlo a la cárcel y embargar su casa.
Luis desesperado, le pidió al sr. Roberto que le diera un plazo más para cancelar la deuda ya que había tenido varios inconvenientes.
El sr. Roberto después de escuchar las justificaciones de Luis y movido a misericordia, le perdonó la deuda en su totalidad, lo que dejó al empleado feliz y bastante aliviado.
Saliendo de la oficina del Sr. Roberto, Luis se encuentra con un colega suyo que le debía una pequeña cantidad de dinero. Después de cobrarle y recibir como respuesta la imposibilidad del pago, Luis se puso violento y agarrándolo con fuerza trataba de ahogarlo.
Cuando este hombre pidió misericordia y un poco más de plazo para cancelar su pequeña deuda, Luis lo denunció y lo mandó a la cárcel.
Algunas personas que pasaban por el lugar, al presenciar lo ocurrido le contaron a su jefe, el Sr. Roberto, la manera implacable como Luis trató a su colega, por lo que mandó a llamar a su empleado y le dijo:
Me he enterado de lo sucedido allá afuera y pienso que eres un hombre realmente malo. Yo perdoné tu deuda porque me suplicaste, ¿por qué si tu colega hizo lo mismo no lo perdonaste cuando te suplicó? Por esto yo tampoco te voy a perdonar e irás a la cárcel hasta que me canceles la totalidad de la deuda.
De las muchas lecciones que podemos ver en esta historia con respecto al perdón, tenemos por un lado la generosidad del Sr. Roberto al perdonarle una suma de dinero tan grande a su empleado y por otro lado la falta de perdón en este último para con su colega.
La clave del perdón en la historia que Jesús nos relata está en reconocer y apreciar el hecho de cuánto Dios nos ha perdonado al ofrecer a su Hijo para morir en la cruz como pago de la deuda impagable que nosotros teníamos con Él. Entonces cómo no perdonar yo a otros sus deudas, sus ofensas, etc. por amor al que nos perdonó.
Lectura bíblica: 1 Samuel 22